domingo, 19 de mayo de 2013

Historia de la Copa del Mundo / Francia 1938: el mundial es de Italia otra vez.

 La III Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Francia entre el 4 y el 19 de junio de 1938. El campeón fue Italia, siendo el primer país en lograr el bicampeonato, tras imponerse a Hungría en la final por 4:2.

 Este torneo es caracterizado como el último gran evento previo a la Segunda Guerra Mundial. Durante la realización de la Copa Mundial, existe muchos hechos que se presentan como adelantos de la situación tensa que vivirá el mundo a partir del año siguiente. Jules Rimet, creador del torneo, realizó todos los intentos para que su país natal organizara la que pensaba podría ser la última Copa Mundial, desplazando a Argentina como país organizador.


Antecedentes

 Sesenta y nueve países pidieron su participación al torneo; sin embargo, los hechos bélicos que estaban asediando al mundo impidieron la participación de España (en medio de la Guerra Civil) y de China y Japón, enfrentados en la Segunda Guerra Sino-japonesa. Austria fue excluida debido al Anschluss (anexión con Alemania),1 mientras que el seleccionador germano fue repudiado a lo largo del torneo por el pueblo francés, debido a su saludo nazi.

 Ante el cambio de sede a Francia en lugar de Argentina (y contradiciendo a la política originaria de realizar los campeonatos alternadamente en Europa y América), Argentina, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guayana Neerlandesa, México y Uruguay se rehúsan a participar. Brasil no se anotó al boicot de los equipos americanos ya que tenían serias intenciones de organizar el Mundial de 1942.

 Un importante cambio fue la introducción por primera vez de los derechos clasificatorios del campeón defensor, algo que se mantendría hasta el 2002.

Equipos participantes
Bandera de Cuba Cuba

 La tercera Copa Mundial de la FIFA™ se disputó en Francia, mientras los nubarrones de la guerra se cernían sobre toda Europa y la política dejaba fuera a varias de las principales naciones. Austria se clasificó, pero decidió retirarse ...

 Brasil y Polonia disputaron en Estrasburgo uno de los mejores partidos de la historia, que acabó, tras la prórroga, con victoria para los sudamericanos por 6-5, gracias a cuatro goles marcados por Leonidas, quien jugó un rato descalzo. En la final, celebrada en París, Italia venció a Hungría por 4-2.

De nuevo Italia y con Mario Pozzo.

 El Mundial celebrado en suelo francés, en estadios remodelados para la ocasión, disfrutó de un enorme éxito popular y constituyó la última oportunidad en la que fue posible exhibir la fraternidad internacional a través del fútbol antes de que, al año siguiente, estallara la guerra.

 La Guerra Civil hacía estragos en España, Alemania se había anexionado Austria y una Europa acosada por las crisis estaba preparándose para las hostilidades cuando la FIFA decidió que la tercera Copa Mundial de la FIFA™ se celebraría en Francia. Para estar a la altura de las circunstancias, se realizaron obras de ampliación en el Estadio de Colombes y se remodelaron los estadios de Burdeos y Marsella. Además, por primera vez, la nación anfitriona y la campeona vigente se clasificaban automáticamente; un privilegio que se mantiene en la actualidad.

 Sin embargo, una vez más, algunos países sudamericanos boicotearon la competición al considerar que, esta vez, le tocaba a Argentina organizar el torneo y no a Europa de nuevo. Brasil, por su parte, sí asistió y resultó ser la principal atracción de la competición, al desplegar su inimitable juego táctico, empezar la competición con muy buen pie y justificar su reputación venciendo a Polonia por un increíble 6-5 (con prórroga incluida): Leonidas, "el diamante negro", y Willimowski marcaron cuatro goles cada uno! Desgraciadamente, el encuentro de cuartos de final disputado en Burdeos entre Brasil y Checoslovaquia degeneró en una tángana monumental: tres jugadores fueron expulsados y otros cinco heridos, dos de los cuales fueron trasladados urgentemente al hospital con rotura de brazo.

El orgullo precede a la derrota

 Francia, la nación anfitriona, venció a Bélgica por 3-1, gracias, en gran medida, a las prestaciones del extremo derecho Fred Aston, apodado "el escurridizo", cuyas desbordantes incursiones en el área rival resultaban decisivas. Por desgracia para los 58.455 hinchas que abarrotaban el estadio Yves-du-Manoir, situado en Colombes (cerca de París), para presenciar el encuentro de cuartos de final, Francia sucumbió ante Italia por 3-1 y, a diferencia de lo que ocurriera en Uruguay e Italia en las dos competiciones anteriores, esta vez la anfitriona no se alzaría con la victoria de la Copa Mundial de la FIFA™ celebrada en su propio territorio.

 El encuentro de semifinales entre Italia y Brasil prometía ser una final anticipada, pero el seleccionador brasileño, Adheniar Pimenta, cometió un grave error al decidir dejar fuera a dos jugadores clave, uno de ellos el gran goleador Leonidas. Pimenta declaró: "Lo conservo para la final". La escuadra "azzurra", lejos de sentirse intimidada, salió victoriosa (2-1) y se ganó el derecho a defender el título ante Hungría, que había batido a Suecia sin problemas.

 En la final, Meazza y Ferrari, los dos organizadores del combinado italiano, se entendieron a las mil maravillas y, el ya por entonces legendario pragmatismo italiano hizo el resto. Italia se alzó con el triunfo (4-2) y, tras dos victorias consecutivas en la Copa Mundial de la FIFA™, entró en la historia del fútbol como una de las mejores selecciones nacionales de todos los tiempos. Desgraciadamente, estalló la guerra y puso fin a la competición durante doce años; y, probablemente, privó a esta generación italiana, repleta de jugadores de talento, de disfrutar de mayores glorias.



"Vencer o morir": la Italia de Mussolini

 El dictador italiano Benito Mussolini despidió a su selección en el Palazzo de Venecia, con los futbolistas vestidos con ropas paramilitares, y la envió a Francia con la única misión de ganar su segundo campeonato. Los jugadores sufrieron una gran presión y disputaron todos sus partidos con el público en contra. No hay que olvidar que Francia había concedido asilo político a los italianos que habían decidido escapar del régimen fascista de Il Duce.

 Participaron 15 selecciones en el Mundial y, por primera vez, una de ellas procedía de Asia. Las Indias Holandesas, actual Indonesia, pusieron la nota exótica en el torneo y con un capitán que jugaba con gafas llegaron hasta los octavos de final. Se cruzó en su camino la poderosa Hungría, que llegó a la final después de completar un campeonato impecable.

 La final se disputó en medio de una gran tensión política. Antes del partido los futbolistas italianos recibieron un telegrama del secretario general del Partido Fascista con un claro mensaje: "Vencer o morir". Italia ganó y el triunfo deportivo volvió a ser utilizado con fines políticos. El brasileño Leónidas fue el máximo goleador, con 7 tantos.


LA FINAL

Italia4 ITALIA
HungríaHUNGRÍA 2


  • Italia: Olivieri, Foni, Rava, Serantoni, Andreolo, Locatelli, Biavati, Meazza, Piola, Ferrari y Colaussi. Seleccionador: Vitorio Pozzo.
  • Hungría: Szabo, Polgar, Biro, Szaley, Szucs, Lazar, Sas, Vincze, Sarosi, Szengeller y Titkos. Seleccionador: Alfred Schaffer.
  • Árbitro: George Capdeville (Francia). París, 19 de junio (50.000)
  • Goles: 1-0: Colaussi (6'); 1-1: Titkos (8'); 2-1: Piola (19'); 3-1: Colaussi (35'); 3-2: Sarosi (70'); 4-2: Piola (82').

FICHA DEL MUNDIAL

mapa
  • Campeón: Italia
  • Subcampeón: Hungría
  • 3º y 4º puesto: Brasil y Suecia
  • Máximo goleador: Leonidas (Brasil) con 7 tantos.




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