sábado, 15 de junio de 2019

Arrancó la edición 46 del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

 Un año después del Mundial de Rusia 2018, comenzó a rodar la pelota de nuevo, -de manera oficial- para las Selecciones sudamericanas: la Copa América 2019 se juega en Brasil con las diez federaciones del continente y, en esta oportunidad, dos equipos asiáticos como invitados, Qatar y Japón.

 Chile, vigente campeón de la Copa del 2015 en la que fue anfitrión y posteriormente ganador de la Centenario 2016 disputada en Estados Unidos, en ambas oportunidades frente a Argentina, buscará defender en Brasil su corona en lo que será el primer gran reto del colombiano Reinaldo Rueda al frente de La Roja.

 Para esta edición, la sede para el 2019 le corresponde a Brasil , recordando que originalmente albergaría la Copa América de 2015 pero que finalmente intercambió el cupo con Chile. Brasil ya había sido anfitrión de la Copa Confederaciones 2013, Mundial 2014 y Juegos Olímpicos 2016, eventos que le hicieron reconsiderar el plan inicial para la Copa.

 Son ocho estadios en siete ciudades los disponibles para los juegos: Mineirao de Belo Horizonte, Fonte Nova de Salvador, Mané Garrincha de Brasilia, Castelao de Fortaleza, Beira Rio de Porto Alegre, Maracaná de Rio de Janeiro y Arena Corinthians y Estadio Morumbí de Sao Paulo. Los siete escenarios repiten respecto al Mundial de hace cinco años.

 Estos son los grupos que integran la primera fase de la copa América 2019:


domingo, 2 de junio de 2019

El Liverpool se consagró campeón de Europa y se alzó con su sexta Champions League.

 El equipo de Jürgen Klopp maniató al de Mauricio Pochettino y ganó 2-0 en el Wanda Metropolitano con goles de Mohamed Salah y Divock Origi. Los Reds lograron la sexta Copa de Europa de su historia y el DT alemán su primera 'Orejona' tras perder dos finales.

 No fue un partido muy atractivo pero si muy intenso en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, donde Liverpool FC derrotó 2-0 al Tottenham Hotspurs y se consagró campeón de la UEFA Champions League. Los Reds se impusieron con oficio, desnaturalizaron y maniataron a su rival, quizás sin la vehemencia y la claridad con la que jugaron toda la temporada pero con un plan muy efectivo para alzar el trofeo.

 El inicio no pudo haber sido más impactante, ya que al minuto de juego el árbitro Damir Skomina sancionó un penal a favor del equipo de Jürgen Klopp por una mano de Moussa Sissoko en el área que cortó un centro de Sadio Mané. Fue el futbolista egipcio Mohamed Salah, el mismo que la temporada pasada tuvo que salir del césped por una lesión en el hombro y vio la derrota desde el vestuario, transformó el penal en gol. Iban tan solo en dos minutos de partidos los Reds ya estaban en ventaja.

 Tras el gol tempranero de Salah, ambos equipos empezaron a ejecutar sus planes. Los Spurs intentaron atacar desplegando a sus laterales, Kieran Trippier y Danny Rose, y generando espacios en el centro con la movilidad de Dele Alli, Christian Eriksen y Heung-Min Son por detrás de Harry Kane, que volvió al equipo titular. En tanto, los de Klopp apelaron al poderío del tridente Salah-Firmino-Mané, con el apoyo de los interiores, Wijnaldum y Henderson.

 En las salidas del Tottenham, el Liverpool apostó a cercar el perímetro de Winks y Sissoko para que eviten conectar con el surcoreano Son, el jugador más desequilibrante del elenco del norte de Londres. Al recuperar el balón, los Reds eligieron salir con balones largos para que Mané y Salah exploten los espacios, pero sin demasiado éxito.

 El primer tiempo transcurrió con Liverpool forzando los errores del Tottenham compactando las líneas y defendiendo en bloque. El equipo de Klopp neutralizó al de Pochettino, que solamente pudo dar toques sin lastimar y solo pudo generar peligro cuando su rival estuvo impreciso.

 Al comenzar el segundo tiempo empezaron a confirmarse como figuras Andrew Robertson y Trent Alexander-Arnold, los laterales del Liverpool, quienes hacían un gran trabajo en defensa y luego profundizaban los ataques con peligrosos envíos al área que eran rechazados con seguridad por la zaga del Tottenham. En ese contexto, Klopp eligió sacar al brasileño Roberto Firmino y poner un '9' más de área en su lugar, por eso ingresó el belga Divock Origi.

 Con menos de media hora por delante, Pochettino se vio obligado a mover piezas para ir en busca del empate y decidió sacar a Harry Winks, su mediocentro defensivo, para darle lugar el brasileño Lucas Moura, un delantero vertiginoso con el que podía cambiar el destino del juego. Tenía más del 60% de posesión pero no podía traducirlo en peligro. El Liverpool poco a poco fue posicionándose 4-4-1-1 con Salah como hombre más adelantado, por lo que el DT argentino mandó al campo de juego a Fernando Llorente.

 Así coronaron los Reds una gran temporada en la que no pudieron ser campeones de la liga inglesa pese a lograr 97 puntos. Con esta 'Orejona', la sexta de su historia, son el tercer club más ganador de esta competencia quedando a solo una copa del AC Milan (7) y a siete del Real Madrid (13).

 Quien también tuvo su premio fue Jürgen Klopp, quien fue derrotado en las dos finales que disputó. La campaña pasada había perdido con el Real Madrid de Zinedine Zidane y antes, como técnico del Borussia Dortmund, ante el Bayern Múnich de Jupp Heynckes. También había caído en la definición de la Europa League 2015/2016 ante el Sevilla FC de Unai Emery. Finalmente, el premio ha llegado para un DT que se ha perfilado como uno de los mejores del mundo desde sus primeros años.

 El Liverpool vuelve ser el rey de Europa a 14 años de su última conquista, cuando vencieron por penales al AC Milán en Estambul (2004/05) en una de las mejores definiciones europeas de todos los tiempos. Un 3-3 emocionante que derivó en penales. Puede que esta final ante Tottenham no haya sido tan atractiva, pero será igual de recordada por los fanáticos de los Reds.


Fuente: www.infobae.com