domingo, 30 de marzo de 2014

La FIFA está resignada con la organización del Mundial de Brasil.

 Faltan 75 días para que comience el Mundial de Brasil y la FIFA continúa preocupada por los retrasos en la organización, ya que todavía están en construcción tres de los doce estadios en los que se disputará el torneo. "Estamos atrasados, tenemos dificultades y riesgos hasta último minuto porque no tenemos todas las instalaciones. Necesitamos tiempo para ponerlas a prueba. Todo está muy al límite", advirtió el secretario general de la FIFA, el francés Jerome Valcke.

 Aunque el plazo establecido por la FIFA para completar los estadios de las ciudades-sede venció el 31 de diciembre del año pasado, todavía están incompletas las obras de los estados de Curitiba, Cuiabá y San Pablo. En este último donde se realizarán la ceremonia de apertura y el primer partido, entre Brasil y Croacia. Valcke reconoció que a estas alturas ya no hay un plan B y que con miles de tickets ya vendidos, la inauguración tiene que darse forzosamente en San Pablo.

 "El acuerdo entre la FIFA y Brasil fue firmado hace ya tiempo (siete años); todo el mundo sabía de sus responsabilidades y las sedes fueron escogidas por el Comité Organizador Local (COL), pero los problemas están ocurriendo. No podemos cambiar el partido de apertura a otro estadio; tiene que ser en San Pablo. Habrá jefes de Estado y presidentes de todas las federaciones. Tenemos que resolver este problema", apuntó Valcke, quien luego indicó que confía en que la compañía Odebrecht, a cargo de la construcción de la paulistana Arena Corinthians (también conocida como Itaquerão), entregue a tiempo el estadio con capacidad para 68.000 personas.

 Junto al secretario general de la FIFA estaban sentados el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, y el gerente ejecutivo del COL, Ricardo Trade, quienes no parecieron inmutarse por las críticas y aseguraron que todo estará listo para el evento, y que ésta será la "Copa de las Copas", como le gusta decir a la presidenta Dilma Rousseff. Valcke, en tanto, reconoció que los dolores de cabeza que les ha generado Brasil a las autoridades de la FIFA le servirán como enseñanza para la preparación de los dos siguientes mundiales, en Rusia (2018) y en Qatar (2022).

 "Es una lección, y actuaremos de otra manera en Rusia, donde también tendremos 12 ciudades, y en Qatar, donde habrá menos sedes", dijo, a la vez que descartó que la federación internacional emprenda acciones legales contra Brasil. "Ahora estamos en proceso de hallar soluciones", agregó.

 Durante la conferencia de prensa, de la que también participaron los ex jugadores brasileños Zico, Bebeto y Ronaldo, la FIFA anunció que al menos ya se llegó a resolver la cuestión con las estructuras temporarias en el estadio Beira-Rio de Porto Alegre, una de las dos canchas privadas donde todavía no se había llegado a un acuerdo sobre quién financiaría el armado de estos sitios para ubicar a la prensa, equipos de transmisión, patrocinadores y agentes de seguridad. Anteanoche, el Parlamento estatal de Rio Grande do Sul aprobó exenciones fiscales a las empresas que contrate el club dueño del estadio, el Internacional, para su armado. 

 Ahora sólo falta que se solucione el mismo tema con el club Corinthians, en San Pablo, pero Valcke expresó su esperanza de que el asunto se resuelva en los próximos días.

 Por su parte, el director de marketing de la FIFA, Thierry Weil, informó que hasta el momento se han vendido 2,56 millones de tickets para los partidos del Mundial de Brasil, y que el último período para la compra de boletos comenzará el 15 de abril. Asimismo, aseguró que la federación tomará medidas para impedir la reventa ilegal de entradas, proceso que deber ser realizado exclusivamente por el sitio oficial de la FIFA, y no por los numerosas páginas web que han surgido ofreciendo ingresos para los partidos de la Copa.

 "Estamos monitoreando los sitios. En primer lugar vamos a investigar si realmente tienen los boletos. Si los tienen, podemos identificar a los compradores originales porque las entradas son nominales. Tomaremos medidas contra el comprador original. Además, realizaremos vigilancia alrededor de los estadios para impedir la actuación de revendedores", advirtió Weil.

Brasil: ¿Presionado a ganar?

 Con tantas demoras y problemas en la organización del Mundial de Brasil, la selección brasileña debe sentir mucha presión para ganar el campeonato, reconoció ayer el ex futbolista Ronaldo.

 "Por jugar en casa, la responsabilidad es mucho mayor. La fiesta completa sería ganar el Mundial. Yo también lo espero. La selección es un gran equipo, pero la presión es muy grande", dijo el ex atacante del equipo nacional, que es el máximo goleador en la historia de la Copa Mundial, durante una conferencia de prensa con autoridades de Brasil y de la FIFA realizada ayer.

 Sin embargo, aclaró que el equipo verdeamarelo puede soportar bien este tipo de presión. "La selección brasileña siempre entró como favorita en todos los mundiales, así que ya están acostumbrados", añadió sobre sus colegas. 


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