Copa de las Naciones 1964: un pequeño mundial disputado en Brasil y ganado por Argentina.

 Fue un Mini Mundial organizado por la Confederación Brasileña, para conmemorar su Cincuentenario. Argentina la conquistó de manera invicta: venció a Portugal, a Brasil (doble campeón del mundo) y a Inglaterra. Un hito de nuestro fútbol.

La Copa de las Naciones 1964, en su momento denominada "Mini Mundial", fue organizada por la Confederación Brasileña de Fútbol, para conmemorar los 50 años de su fundación. Los anfitriones, que casi descontaban la victoria de su Selección (campeona del mundo en Suecia 1958 y Chile 1962 y con Pelé en su mejor momento), invitaron a Inglaterra, Portugal y Argentina.

 De manera impensada, nuestra Selección, que venía diezmada y de cumplir una floja performance en la Copa América 1963, conquistó el certamen en forma invicta, tras vencer a Portugal, Brasil e Inglaterra. Hasta la obtención de la Copa del Mundo en 1978, fue el trofeo más importante ganado por el fútbol argentino.

 Argentina debutó ante los portugueses en Río de Janeiro, a quienes venció 2-0 con anotaciones de Alberto Rendo y Alfredo Rojas. Tres días después, la Selección enfrentó a los dueños de casa, en San Pablo. La notable actuación de los argentinos, hizo trizas los sueños brasileños de conquistar un campeonato internacional importante en su tierra: Argentina goleó 3-0 con tantos de Roberto Telch y Ermindo Onega. Amadeo Carrizo completó la fiesta al desviarle un penal a Gerson.

COPA DE LAS NACIONES 1964
Fecha	Lugar	Rival	Resultado
31/5/1964	Río de Janeiro	Portugal	2-0
3/6/1964	San Pablo	Brasil	3-0
6/6/1964	Río de Janeiro	Inglaterra	1-0

 La gran final se jugó el 6 de junio, también en Río de Janeiro, ante Inglaterra, que en el Mundial 1962 había derrotado 2-0 a nuestra Selección. La determinación de un grupo de hombres decidido a hacer historia permitió obtener una inolvidable victoria 1-0 (gol del "Tanque" Rojas). La vuelta olímpica ante los creadores del fútbol, en medio de la mirada de decenas de miles de brasileños, coronó una hazaña casi imposible de igualar. De ahí, la enorme dimensión de un trofeo que la AFA conserva y exhibe con orgullo.