El delantero del Liverpool reapareció y Uruguay revivió: con dos goles y una actuación estelar, le dio el triunfo ante Inglaterra para que la Celeste pueda seguir soñando con la clasificación. Histórico.

Un cabezazo inteligente y un derechazo asesino de el señor Suárez le devolviero el alma al cuerpo a la Celeste en un partido durísimo, ante una Inglaterra que recién se enteró de que podía quedar casi eliminada en el segundo tiempo.
Los hinchas uruguayos, con el recuerdo del Maracanazo del 50, braman por un triunfo nacido desde la unión, la garra que nunca lo abandonará y un sentido de pertenencia único. Inglaterra, otro sartenazo en esta Copa, se despide porque alguna vez inventó el fútbol pero acá reinventó el aturdimiento.
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